Carta de San Valentín.

Era San Valentín. Ella estaba feliz porque este año tenía al novio perfecto, tal vez no era perfecto pero le encantaba sus imperfecciones. Lo quería y mucho. No sabía que le regalaría su pareja, pero ella quería un ramo de rosas, como lo había visto una y tantas veces en las películas.
Cuando quedó con él, no traía nada en las manos y ella se decepcionó pensando que a lo mejor no le quería regalar nada o que se le había olvidado el día que era, pero en el momento en el que se fundieron en un abrazo y se dieron un dulce beso en los labios, el sacó del bolsillo trasero de su pantalón algo, parecía un folio y si, era una carta, en la que decía:

"No hace falta que sea el día de los enamorados para que me tenga que acordar de ti, ni para que te tenga que hacer un regalo, hoy es un día normal y prefiero regalarte algo cuando menos te lo esperes, porque tú ahí no te lo esperas y te emocionas y saltas y te pones feliz, pareces una niña pequeña y es una de las mil cosas que me gustan de ti. Hoy solo te voy a decir algo que nunca te dije, que estoy enamorado de ti y te quiero. Me haces sentir grande. Me encanta levantarme y pensar en ti, porque pienso que una nueva aventura nos espera, no cambiaría nada de lo vivido contigo por nada del mundo pequeña. Siempre vas a ser mi pequeña hasta el fin de mis días. Te lo prometo."

En ese momento ella lo miró con lágrimas en los ojos y se abrazó a él como si la vida se le fuera en ello, Era lo más bonito que jamás le habían dicho, pegó su frente a la de el y le susurró en los labios que ella también lo quería. Pasaba gente por allí pero ellos se sentían solos, únicos, porque así es como se sienten cada vez que están juntos, como si no hubiera nada más.