jueves, 25 de diciembre de 2014

Almas perdidas.

Aunque desde lejos veían la misma luna y el mismo sol, ella quería tenerle cerca. Ella quería pasar todos los días de su vida al lado de su amor. Quería abrazarle, besarle, acariciarle y morderle el moflete con cariño.
Cada noche soñaba con el día en el que se conocieran en persona. Llevaban hablando mas de un año y tenía ganas de que sus pensamientos se hiciesen realidad.
Se llamaban a diario, hablaban por whatsapp y los fines de semana se solían ver por skype, pero ella quería el cariño de ese chica ya, no aguantaba tenerlo lejos. Lo quería.
Un día de marzo, el la llamó y le dijo que estaba en la estación de tren, que iba a ir a verla que la necesitaba y que quería pasar unos maravillosos días a su lado.
Al oír eso, ella se puso muy nerviosa, no sabía ni que hacer. Esperó a que pasara el tiempo, pero ese día los segundos se convertían en horas. Incluso ya no aguantaba mas en casa y se fue una hora antes a la estación, por si el tren llegaba antes de la hora prevista.
Tenía unas ganas enormes de abrazarlo y sería lo primero que haría.
El tren llegó y lo vio bajar, con lo que se puso mas nerviosa aún. Se levantó y echó a correr hacia él. La cogió y dieron vueltas alrededor de si mismo, tan romántico como en las películas, incluso mas. Se reían y aunque la gente los miraba ellos seguían riendo igual, como si nadie existiera en ese momento.


Dos almas perdidas se encontraron en ese instante y en vez de dos almas perdidas, a partir de ese momento se convirtieron en un alma encontrado.



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